Miss Gwilt. (Grandes villanos de ficción Cap. II)

Por Susana Gómez

Hoy subimos la primera entrada en el apartado de Grandes villanos de ficción y hemos pensado en hablar de una mujer muy especial, Miss Gwilt.
Los motivos de crear esta nueva sección es que los villanos suelen despertar poca simpatía en los lectores. Su protagonismo queda relegado a un papel bastante más secundario que el del personaje central a pesar de que son imprescindibles para la trama.

Lydia Gwilt es la gran villana que aparecen en la obra de Wilkie Collins, Armadale, alguien que aparece en un principio como secundario, pero que poco a poco va cobrando importancia hasta alcanzar el co-protagonismo, consiguiendo que su actuación eclipse a los protagonistas que dan título a la obra.
Esta villana tiene una mente prodigiosa, capaz de elaborar los planes más malvados y enrevesados, además de conseguir salir airosa, cuando se tuerce alguno de ellos o parece que la acorralan.
 
Wilkie collins, su padre creador, no escatima a la hora de describirla. Se centra, sobre todo, en su perfil psicológico; a través de él nos presenta a alguien de comportamiento complejo y a la vez contradictorio, lo que la convierte en un tsunami que escapa de la mente del lector y arrolla al resto del elenco principal, ya que sus acciones son totalmente imprevisibles. Otro dato muy importante es que le da voz propia permitiendo que nos relate su historia en primera persona mediante cartas y un diario, algo muy propio de la época en que está ambientada.
De esta forma, empleando esa primera persona en su relato, y a pesar de sus malvados planes, siempre encaminados a perjudicar a los protagonistas y a sacar un beneficio con ello, consigue abrirse un hueco en el corazón del lector, ya que a través de esa narración íntima conoceremos como se forjó su personalidad, cuáles fueron sus errores, e incluso cómo otros se beneficiaron de ella. 
Podemos pensar en algunos momentos que, como gran villana, es una gran manipuladora y que los lectores no estamos a salvo de ella, pero es que realmente hay algo tan intenso en ella que acabamos posicionados de su lado.

De todos los comentarios que circulan en la red sobre la novela y en concreto sobre este personaje, no existe ninguno en que se hable mal de él. Todos coinciden en que es la antagonista, pero terminan hablando cosas favorables de ella. 

Collins escribió una gran obra, pero como siempre hay un pero, también hay que decir que por culpa de este personaje recibió muchas críticas. Era la época de las sensation novels, esas novelas sensacionalistas que encubiertas por la categoría de crimen y misterio denunciaban delitos y sacaban a la luz detallitos censurables de la clase privilegiada. Esas novelas mostraban que los delitos no eran únicamente cosa de las clases más pobres y, lógicamente, eso junto a la compleja y completa descripción psicológica de los personajes, convirtió la novela en un texto bastante incómodo.

Desde esta revista virtual os invitamos a que conozcáis Armadale, escrita por Wilkie Collins, no solo porque es una obra excepcional, sino por el gran peso de su protagonista femenina.

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