Golden Age

Por Susana Gómez

La Golden Age es como se conoce a La Edad de Oro del género policíaco; una época en la que surgieron grandes plumas como la archiconocida Agatha Christie, y otros menos conocidos pero igual de excelentes como Dorothy L. Sayers, Margery Allingham, y otros que llenaron de misterio no solo sus obras, también su vida privada, como A. Fielding y Marion Harbey, que escribían sus libros bajo seudónimo y de los cuales nunca se logró averiguar su verdadera identidad.

La Golden Age brilla con fuerza en la década de los 20, en el período llamado de entreguerras (1919-1939)

En esa década que va de los años 20 a los 30, la ficción detectivesca deslumbra a los lectores tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos. Se dice que la primera obra que puede incluirse en esa Edad de Oro del género es "El misterioso caso de Styles" de Agatha Christie, que aunque había sido escrita en 1916, en plena Gran Guerra, no pudo ser publicada hasta 1920.

Los crímenes o robos, que es el tema central de todas estas historias, ocurren en entornos aristocráticos y encontrar al culpable, dentro de un grupo de sospechosos reducido, termina convirtiéndose en una tarea complicada.
Pero hay algo que llama poderosamente la atención en estos libros, al margen del argumento, y es que las mujeres escritoras deslumbran con sus elaborados crímenes: ha llegado el momento de poner la imaginación al servicio del crimen sin ser eclipsadas.
Hasta ese momento el crimen violento era asociado a los varones, aunque la cosa cambia cuando el método empleado es el veneno, Agatha Christie, ya lo dejó claro cuando dijo:
"Dame una botella de veneno adecuado y crearé el crimen perfecto". 
¡Y vaya si lo hizo!
Agatha supo envenenar a conciencia, porque su arma favorita fue el uso de sustancias tóxicas. En sus más de 70 novelas, la gran mayoría de las víctimas, perece a causa de algún veneno. 

Y ahora dejemos los venenos a un lado y sigamos hablando de las grandes escritoras de esa etapa:
Entre esas féminas que van a destacar, hay un grupo que brilla por sus dotes a la hora de construir historias complejas y elaboradas: son llamadas las "Reinas de la delincuencia", entre las que aparecen algunas de las mencionadas más arriba: Agatha Christie, Dorothy L. Sayers, Margery Allingham y Ngaia Marsh, esta última, una autora Neozelandesa.
Pero no os vayáis a pensar que este artículo solo va a tener presencia femenina, porque no es así, entre esas grandes plumas también encontramos al archiconocido C. K. Chesterton a E.C. Bentley y/o Arthur Morrison y Ronald Knox entre otros muchos.

Las novelas siguen unas pautas generales que todos los amantes del género ya conocemos:
  • El encargado de la investigación es un policía o detective, pero también puede ser como ya vimos en el artículo dedicado a la novela policíaca, un personaje dotado de una gran capacidad deductiva.
  • Hay un grupo limitado de sospechosos, y todos ellos cuentan con motivos, medios, oportunidades para cometer el crimen y coartadas.
  • El principal interés de la obra recae en la investigación del misterio, y las pistas aparecen expuestas en los primeros compases de la narración, de forma clara, para que se despierte la curiosidad del lector y éste pueda participar como los personajes en la investigación. 
  • El final, lógicamente, queda reservado a ese personaje que asume el protagonismo y en el cual mostrará como ha conseguido atar todos los cabos, ofreciendo al lector un desenlace totalmente satisfactorio donde quedará expuesto el nombre del criminal.

La pasión general de todos los autores de novela enigma, les llevó a fundar en 1929 El Detection Club, con una única misión: acabar con las distintas teorías sobre lo que ellos mismos consideraban juego limpio dentro del género.
De esa forma consiguieron elaborar una serie de reglas o directrices, (incluidas las ya citadas) que deberían seguir para que los lectores no nos quedásemos fuera de juego, y tuviésemos igual de oportunidades que los personajes para resolver el enigma.
Para que os sintáis como un miembro más del Detection Club, incorporo a continuación las normas tal y como ellos las redactaron.


  • La solución de los misterios o enigmas debe ser necesaria para resolver el conflicto central.
  • El detective debe usar su ingenio y habilidad a la hora de resolver el caso, en un contexto concordante con la historia.
  • La solución del problema debe ser sólo parcialmene encubierta por el escritor.
  • No se deben usar circunstancias improbables o inusuales, como super-criminales, venenos desconocidos, entradas o pasadizos secretos, coincidencias y casualidades afortunadas en la novela policial clásica.
  • Finalmente, la justicia debe ir de la mano del detective y debe aplicarse al final de la historia sobre el verdadero criminal.


  • Pero este grupo de escritores (hombres y mujeres) no solo se dedicó a tomar el aperitivo en esas reuniones, sino que también sacaron tiempo para publicar varias novelas donde todos colaboraban. y que fueron firmadas como "Detection Club".
    Entre sus obras publicadas, quizás la más conocida es el "Almirante flotante", aunque hay muchas más, pero por desgracia no han sido traducidas al castellano.
    Un último apunte sobre este selecto club inglés de escritores de misterio que daría para un artículo más extenso:
    Hoy en día el club sigue existiendo pero sus normas de escritura han ido variado.

    Esperamos que este nuevo artículo haya despertado la curiosidad sobre esta etapa del género policíaco, y que os aventuréis a buscar a más autores de La Golden Age para conocer su obra, no limitándoos a leer los que ya son de sobra conocidos...
    ¡Os retamos a comenzar esta nueva investigación!

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