Terror psicológico

Por Francisco Delgado

En este artículo vamos a explorar las características de un subgénero del Terror que busca provocar el miedo en el lector o en el espectador a través de la sugestión, la ambigüedad y la manipulación. Nos estamos refiriendo al Terror psicológico.

Los expertos afirman que no es lo mismo horror que terror; que el horror provoca sensaciones físicas mientras que el segundo lo hace a través de ideas y pensamientos. Si ya desde este punto hacemos distinción por qué no hacerlo cuando hablamos de terror o terror psicológico, porque esos términos, igualmente, generan controversia.

El terror psicológico es una forma de terror que se centra en los temores internos de los personajes, sus culpas y/o remordimientos, creencias e ideas e incluso supersticiones, más que en los elementos externos como monstruos, fantasmas. 
El objetivo es generar una atmósfera de tensión, angustia e incertidumbre, recurriendo a la imaginación del público y que afecta directamente a sus emociones, de ese modo terminamos empatizando con el sufrimiento o experiencias al límite de determinados personajes.

Este tipo de terror se basa en la insinuación, en las elipsis, es decir, queda en nuestras manos y en la de nuestra imaginación rellenar los vacíos o lagunas que pueda plantear la historia generando un mayor impacto emocional que el que puede llegar a provocar un susto. Otro elemento con el que se juega es esa incertidumbre ya mencionada que nos hará dudar sobre lo que es real y lo que no lo es.

El terror psicológico, según los teóricos, nace con los relatos del escritor estadounidense Edgar Allan Poe que, dejando atrás los estereotipos de la novela gótica, creó un nuevo estilo a la hora de narrar. Dentro de este nuevo estilo también podríamos incluir a Henry James con su novela, escrita en 1898, Otra vuelta de tuerca, aunque hay otros muchos autores que se han sentido cómodos desarrollando este tipo de obras y generando angustia en los lectores al explorar temas como la alienación, la paranoia, la violencia o la maldad, como H.P. Lovecraft o Shirley Jackson, solo por citar a algunos.

Estos autores se inspiraron en las teorías psicológicas de la época, como el psicoanálisis de Freud o el inconsciente colectivo de Jung, para plasmar en sus relatos los miedos y las pulsiones más ocultas del ser humano. También influyeron en el desarrollo del terror psicológico movimientos artísticos como el simbolismo o el surrealismo, que expresaban la subjetividad y la irracionalidad del alma humana.

Si hablásemos de este subgénero relacionándolo con el cine encontraríamos como el mayor exponente a Alfred Hitchcock y sus películas Psicosis y/o La ventana indiscreta, entre otras. 

El terror psicológico es un subgénero fascinante que nos invita a explorar los rincones más oscuros de nuestra mente y a enfrentarnos a nuestros propios temores. Son historias que nos hacen pensar y que muchas veces nos plantean dilemas morales. 
Actualmente, es un subgénero que sigue experimentando una gran aceptación por parte del público, es un estilo narrativo muy completo y a su vez complejo, y con características infinitas porque se va adaptando, amoldando a los cambios sociales y culturales, independientemente de si está dirigido a la literatura, al cine o los videojuegos.

Y hasta aquí el artículo de hoy. 
Desde esta revista virtual os invitamos a experimentar y descubrir historias que se incluyen dentro de este subgénero del terror.

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