Por Francisco Delgado
Foyle's War es una serie policíaca británica creada por el guionista y escritor Anthony Horowitz y que comenzó su emisión en 2002.
En 2007 la productora decidió cancelarla, pero gracias a las quejas del público retomaron la grabación.
Finalmente, en enero de 2015, la productora comunicó que debido a los altos costes de producción la serie finalizaba definitivamente, y es que, rompiendo una lanza en favor de la productora, la serie tenía una escenografía perfecta, donde hasta el último detalle estaba cuidado, y eso equivale, lógicamente, a un alto coste económico.
Foyle's War tiene en el papel principal a Michael Kitchen, un actor y productor inglés con unas dotes brillantes para la interpretación y que extraña que no sea más conocido, a pesar de que ha actuado en películas como Memorias de África, alguna de James Bond o en La casa Rusia.
Michael Kitchen encarna el papel del comisario Christopher Foyle, encargado de resolver delitos en periodo de guerra y va acompañado por Samantha Stewart, en el papel de chofer, y por el detective sargento Paul Milner.
Los tres serán los encargados de resolver tanto crímenes como otros delitos consecuencia del estado de guerra.
Foyle es un personaje de gran corazón, desilusionado al ver como otros se aprovechan del resto de la sociedad en momentos tan delicados, así que encontramos ese toque de crítica sumado a hilos paralelos de cada personaje secundario.
La serie consta de ocho temporadas y a partir de la séptima Foyle abandona el papel de comisario para pasar a formar parte del MI5.
Las siete primeras temporadas transcurren durante la II Guerra Mundial y la última en el periodo denominado de Guerra Fría, centrándose más en el tema del espionaje.
Lo que nos gusta de esta serie, además de la cuidada ambientación ya mencionada, es que cada temporada consta de una media de cuatro capítulos, con una duración aproximada de hora y media, es decir, lo que dura una película actual.
El argumento central de la serie no se centra solo en los temas de sobra conocidos sobre la II Guerra Mundial, sino que nos ofrece pequeñas historias más cotidianas al tiempo que el comisario intenta atrapar a los que se aprovechan de la confusión generada por la guerra.
Otro detalle que nos gusta es que cada capítulo combina un par de casos. En cada uno de ellos se incluirá un asesinato y otro delito relacionado con la situación bélica como la sedición, deserción, saqueos, estraperlo.
Os recomendamos esta serie que sin duda os gustará por su precisión histórica a todos los amantes de las series british policíacas con trasfondo bélico
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